Exordio

Desde los comienzos de la humanidad el hombre ha buscado clasificar lo que lo rodea, dándole características propias para diferenciarlos entre sí, tal como una expresión artística.

Ha medida que transcurren los siglos surgieron varios conceptos en la vida cotidiana, como la cultura, las lenguas, expresiones artísticas, entre otras y es así como en una de ellas aparece el arte, entendido como actividad que requiere de un aprendizaje y a su vez puede limitarse a una habilidad técnica; como al mismo

tiempo ampliarse hasta el punto de incluir una visión particular del mundo, pero
todo esto se reduce al simple dibujo como expresión emotiva propia de cada individuo que la aprecie y la entienda.


SIMBOLISMO

      
Los tesoros de Satán (1895).


              El Simbolismo es un movimiento literario y de artes plásticas que se originó en Francia en la década de 1880, paralelo al post-impresionismo, y que surgió como reacción al enfoque realista implícito en el Impresionismo. Tanto el Impresionismo, como el idealismo y el naturalismo académico se habían autentificado con los problemas contemporáneos, políticos, morales e intelectuales. Los artistas de 1885 disgustados por la incapacidad de la sociedad para resolver estos problemas buscaron nuevos valores basados en lo espiritual. Desean crear una pintura no supeditada a la realidad de su momento, rechazan lo que trae consigo la vida diaria, la aglomeración, la actividad industrial y la degradación.
Se va creando un estado de decepción frente al positivismo y cientificismo imperante y se descubre una realidad más allá de lo empírico. A esto contribuye Schopenhauer, que en su oposición al positivismo, insiste en que el mundo visible es mera apariencia y que sólo adquiere importancia cuando somos conscientes de que a través de él se expresa la verdad eterna.
Él defiende no el pintar el objeto en sí mismo, sino para trascender a otros ámbitos a través de la intuición y la contemplación.